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Míriam Guerra i Maria Giné

Blanquerna impulsa un proyecto que evaluará qué intervención es más eficaz para reducir el sedentarismo en las personas mayores

3 de marzo de 2015

Las Dras. Miriam Guerra y María Giné, investigadoras de la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna-URL, diseñaron el proyecto que, finalmente, les ha concedido la Unión Europea y que tiene un presupuesto total de 4.547.000 euros.

Se trata de un macroproyecto integrado en el marco del programa Horizon 2020, que incluye proyectos de educación, salud, tecnología, etc.- y que evaluará qué intervención existente en los sistemas sanitarios es más eficaz para reducir el comportamiento sedentario en la personas mayores, con la medida de nuevos indicadores que no han sido utilizados en la mayoría de estudios de características similares. Para llevar a cabo este estudio, se ha hecho necesario construir un partenariado con otras universidades e instituciones europeas que compartirán con Blanquerna la autoría del proyecto: la Fundación Instituto Catalán del Envejecimiento, el Syddansk Universitet, The Queen 's University of Belfast , Universitaet Ulm, Sport Initiatives te Loisir Bleu Association y la University of Glasgow. Cada una de estas instituciones aportará su grado de experiencia, y la Fundación Instituto Catalán del Envejecimiento será la encargada de coordinar administrativamente el proyecto.

Blanquerna coordinará un ensayo clínico a nivel europeo

La parte de Blanquerna, financiada con 742.424 euros, se canalizará a través del Grupo de Investigación en Salud, Actividad Física y Deporte, del que la Dra. Miriam Guerra es la investigadora principal. El grupo se encargará de coordinar un ensayo clínico pragmático aleatorizado durante 18 meses (en el que se evalúa una intervención de tres meses de duración) con una muestra de 1.238 personas (unas 400 en Cataluña y el resto en Dinamarca y Alemania). Se evaluará el comportamiento sedentario, los niveles de actividad física, la función física y otras medidas relacionadas con la salud, así como variables relacionadas con el gasto sanitario. "Hasta ahora", explica la Dra. Guerra, "se han hecho muchos estudios basados ​​en ver los beneficios físicos y psicológicos tras una intervención de actividad física en tiempo y espacio limitado. En la mayoría de los casos ha habido mejora. Pero cuando se acaba la intervención la gente vuelve a ser insuficientemente activa, y adopta los niveles basales ". "Al igual que la práctica habitual de actividad física", explica la Dra. Maria Giné, "el sedentarismo también es un comportamiento. Por este motivo también hablamos de conductas sedentarias, refiriéndonos al tiempo que se está sentado o acostado y los motivos que nos llevan a estarlo. Estas conductas se caracterizan porque suponen una gasto energético muy baja, e incluyen las actividades sedentarias en el trabajo, en el hogar, en los desplazamientos y durante el tiempo libre. Son ejemplos de conductas sedentarias dormir, estar sentado, estar acostado y ver la televisión u otras formas de entretenimiento frente una pantalla. El comportamiento sedentario puede coexistir con la actividad física. Así pues, se puede dar el caso de que una persona sea suficientemente activa y sedentaria a la vez, si cumple con las recomendaciones generales de actividad física marcadas en las guías de práctica clínica, pero pasa muchas horas al día con un comportamiento sedentario. En la sociedad actual, cada vez pasamos más horas sentados al día; en concreto, los adultos, más de la mitad del tiempo que estamos despiertos; esto son unas 9 horas diarias. El problema que estas conductas sean cada vez más frecuentes y que formen parte de nuestra vida diaria es que llevadas a cabo de manera prolongada son perjudiciales para la salud. Por primera vez en un estudio de estas dimensiones se evaluará el impacto de diferentes intervenciones en el comportamiento sedentario. "

En la sociedad actual, cada vez pasamos más horas sentados al día; en concreto, los adultos, más de la mitad del tiempo que estamos despiertos; esto son unas 9 horas diarias.

Cómo se hará? Se medirán el comportamiento sedentario y los niveles de actividad física, el número de pasos diarios y la función física. Y, además, se incluirán los costes de la utilización de los servicios de salud, la autoevaluación que las personas hacen de su propia salud y de su calidad de vida, la mortalidad, la morbilidad, la discapacidad, la institucionalización, la salud mental, el capital social (que aporta la persona en la sociedad), la sarcopenia, mediante biomarcadores (disminución de fuerza, de atrofia muscular) y parámetros de seguridad. Esto se ajusta a los marcadores de las políticas sociales, de salud, para decidir cómo y si vale la pena mantener estas intervenciones en el sistema sanitario o si deberían ser implementadas más ampliamente o reestructurar de manera que aumente la eficacia, el adherencia y la eficacia de costes.

La Comisión Europea ha evaluado este proyecto con 14 puntos sobre 15, y el punto de corte es de 12 puntos.

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