Blanquerna Universidad Ramon Llull

Buscador

  • Estudios ( 0 )
  • Noticias ( 0 )
  • Profesores ( 0 )
  • Resto de la web ( 0 )
Olalla Pancorbo, professora del grau en Infermeria i infermera a la Unitat d'Ictus de la Vall d'Hebron

Olalla Pancorbo: “Todo el mundo tendría que tener claro que, en el ictus, el tiempo es cerebro”

31 de mayo de 2023

Hemos entrevistado a la profesora del grado en Enfermería Olalla Pancorbo, investigadora del papel de la enfermería en pacientes con ictus.

“Todo el mundo tendría que tener claro que, en el ictus, el tiempo es cerebro”

Escuchar Olalla Pancorbo hablar de su trabajo, de su investigación, de su profesión, es entender qué quiere decir la pasión, creerse aquello que un hace, y ayuda a confiar que saldremos adelante, porqué hay personas que, como ella, están convencidas que cuidar a los demás es muy importante. Confiesa que, como otros muchos compañeros de su promoción, empezó a estudiar Enfermería porque no pudo entrar en Medicina, y pensó: “Estudio un año y después me paso a Medicina”. Pero, pasado este año, “ninguno de los compañeros lo hicimos, nos quedamos porque nos entusiasmó la profesión”, aclara. Desde el año 2016 es profesora del grado en Enfermería de Blanquerna-URL, que compagina con su trabajo a la Unidad de Ictus de la Vall d'Hebrón. Ahora está acabando su tesis doctoral sobre como la enfermería puede influenciar en la evolución y el pronóstico de un paciente con ictus.

Quería estudiar Medicina. Se ha arrepentido, de no poderlo hacer?
Para nada. Me tocó una época en la cual la nota de corte era muy alta. Yo tenía buena nota, pero no fue posible entrar por el alta demanda de aquel año. Mi segunda opción era Enfermería y, para ser sincera, empecé pensando que estudiaría un año y después me cambiaría; pensaba lo mismo que el 80% de mi clase, porque la mayoría eran aspirantes a estudiantes de Medicina que no habíamos llegado o nos habíamos quedado por el camino; después ninguno de nosotros pasó a Medicina. Por qué? La diplomatura nos cautivó.

Qué le gusta de su profesión?
Me gusta mucho la relación con el paciente y la atención a pie de cama. También soy muy biomédica, me gusta entender qué le está pasando internamente al paciente, los mecanismos fisiopatológicos, las diferentes opciones terapéuticas disponibles, como podemos mejorar los procesos mediante la investigación...

Y trabajar con pacientes críticos.
Cuando acabé la carrera estuve trabajando dos años a urgencias porqué durante toda la carrera había trabajado de auxiliar, e hice un posgrado para especializarme. Al cabo de dos años ya vi que la patología urgente y más crítica sí que me llamaba mucho la atención y que el paciente que, por el contrario, llega y es transitorio y va cambiando no me motivaba, me gustaba más el paciente al cual puedes hacer más seguimiento, el que tienes ingresado más días, a pesar de que sea un paciente crítico e inestable. Con el paciente de urgencias no estableces un vínculo, solo lo ves una o dos horas, y después ya no sabes qué ha pasado con él.

Y entonces la ficharon en el Hospital Clínico.
Sí, trabajé diez años en unidades de cuidados intensivos y en unidades de semicríticos.

Debe ser duro...
Era lo que me gustaba. A pesar de que es un paciente crítico, que tiene un riesgo vital y que su salud está bastante comprometida, puedes ver la evolución, ya sea buena o mala, pero es gratificante si después consigues que se vaya a planta y haya mejorado. Me motivaba mucho más; el paciente te conoce, la familia también, y puedes trabajar con ellos en diferentes aspectos. A las unidades de cuidados intensivos el manejo que tiene la enfermería del paciente es un manejo mucho más autónomo, con más capacidad de decisión; se establece un trabajo en equipo con un abordaje más multidisciplinario. Y al final, en la enfermería el trato con el paciente es muy relevante. Por eso dicen que es una de las profesiones más vocacionales, más humanas.

Del Clínico pasó en otro hospital de referencia, la Vall d'Hebr0n. Fue todo un reto, no? La buscaron.
Había que emprender un nuevo proyecto que se iniciaba a la Unidad de Ictus, financiado por La Marató de TV3. Buscaban una enfermera que tuviera mucha experiencia en unidades de críticos, que estuviera formada en investigación para poder llevar a cabo el proyecto y que tuviera niveles de expertise para formar a otras enfermeras. Y pensaron en mí. Este proyecto me ha dado la oportunidad de crecer profesionalmente y poder combinar estas tres competencias de enfermería que también son muy nuestras —la asistencia, la docencia y la investigación— y que no en todas las posiciones de trabajo es posible abordar conjuntamente. Desde entonces estoy en el Hospital Vall d'Hebron, en la Unidad de Ictus. Además, esta experiencia profesional también me ha permitido empezar mi tesis doctoral, que estoy a punto de finalizar.

Empezamos por el proyecto de La Marató...
El proyecto de la Marató está centrado en el pato feo del ictus. De ictus, hay de dos tipos. El isquémico, el que todo el mundo conoce, es un trombo que obstruye una arteria e impide el paso de la sangre por la arteria. Esta parte del cerebro, ya que no está irrigada —la sangre no llega— pierde su funcionalidad. La ventaja de la ictus isquémico es que durante los últimos años ha habido muchos avances terapéuticos; actualmente, disponemos de un tratamiento efectivo que mejora mucho el pronóstico de este tipo de pacientes. Mediante medicación o a través de la inserción de un catéter por la ingle o el brazo, hemos conseguido acceder a la arteria cerebral que está obstruida, abrirla y extraer el trombo que impedía el paso de la sangre. La recuperación de este ictus acostumbra a ser muy buena y el grado de supervivencia del paciente es muy elevado. Pero la realidad es que también tenemos el otro tipo de ictus, con una tasa elevada de mortalidad y mayor discapacidad, porque no hay un tratamiento que sea totalmente eficaz.

Cómo se produce?
Una arteria del cerebro se rompe, la sangre que lleva esta arteria sale a la cavidad del cerebro, se va acumulando y produce una hemorragia intracerebral. Este tipo de ictus principalmente es debido a una hipertensión arterial crónica, es decir, es más frecuente en pacientes que presentan tensiones muy elevadas a lo largo del tiempo. Puedes vivir con una tensión alta años y años y no tener ningún síntoma, pero la tensión va haciendo daño de forma silenciosa. Esta hipertensión arterial crónica va lesionando las paredes de las arterias y las va debilitando hasta que llega un momento que son frágiles y no aguantan una subida de la tensión y se pueden romper. El único tratamiento eficaz a día de hoy es intentar cerrar la arteria, que deje de sangrar, y que se forme un tapón. Cuanto antes lo conseguimos, impediremos que la hemorragia crezca más y afecte más funciones cerebrales y, por lo tanto, será mucho mejor para el paciente.

En los dos casos, cuando hay síntomas, se tiene que correr, no?
Exacto! Nosotros decimos una frase que tiene que quedarse grabada en la cabeza de toda la población: “en el ictus, el tiempo es cerebro”. Esto quiere decir que, cuanto más tiempo pase hasta que llegemos al hospital, más secuelas neurológicas y de discapacidad tendremos a largo plazo. Por lo tanto, cuanto antes llegemos al hospital, cuanto antes se diagnostique el ictus y se trate, menos secuelas y, en consecuencia, menos discapacidad. Cuando tienes sintomatología de ictus no tienes que ir al hospital por tus propios medios, sino que se tiene que llamar al SEM porque entonces se activa un código ictus. Este código ictus consiste en un circuito asistencial muy bien coordinado que permite acelerar todos los procesos asistenciales que implica atender un paciente con sospecha de ictus. Cuando el paciente llega al hospital referente de ictus, el equipo de profesionales ya está preavisado anteriormente y lo recibe directamente en la puerta de urgencias y lo pasa directamente al TACO para confirmar el diagnóstico de ictus. Con estos circuitos conseguimos reducir muchos minutos en el tiempo de atención y conseguimos un diagnóstico y un inicio del tratamiento mucho más precoz.

Y es en esta rapidez, en el caso del ictus “malo” —del pato feo— donde entra el trabajo de la enfermería y su tesis, verdad?
Sí, estudios previos habían puesto de manifiesto que abordar la presión arterial durante las primeras horas en los pacientes que sufren un ictus hemorrágico —cuando la arteria se rompe— es clave para mejorar la evolución de estos pacientes y, por lo tanto, conseguir que los pacientes queden con menos discapacidad a largo plazo: acabar en silla de ruedas o necesitando un bastón para andar, o no pudiendo hablar... Y esta era nuestra hipótesis del proyecto, que ser muy, muy rápidos en el momento de iniciar este tratamiento y de conseguir controlar la presión arterial hace que después las hemorragias no crezcan y, por lo tanto, la evolución de los pacientes sea mejor. Mi tesis está centrada en el hecho que gran parte del papel de conseguir controlar la presión arterial y que esta baje de forma tan rápida es de los profesionales de enfermería.

Por qué?
Porque en este circuito asistencial centrado en la rapidez del tiempo de actuación, las enfermeras asumimos un rol que es clave. Se estableció que las enfermeras de ictus, acompañadas por el equipo de neurólogos, fuéramos las encargadas de recibir el paciente, trasladarlo al TACO y, una vez confirmado el diagnóstico de ictus, iniciar allá mismo el tratamiento, sin esperar. Recordad que el tiempo es cerebro y, por lo tanto, cuanto más rápido lo iniciamos, mucho mejor. Una vez iniciado el tratamiento, entra el abordaje más de enfermería del proyecto de mi tesis, que es la vigilancia y el control del paciente a pie de cama para asegurar que la presión arterial baje y el paciente se mantenga estable neurológicamente. La otra parte del proyecto de la tesis es mostrar que no solo es importante controlar la presión de manera rápida sino que también es importante mantenerla estable durante las horas siguientes y evitar los picos (que la presión suba y baje). Y sí, somos las enfermeras las que intentamos mantener estable esta presión durante las primeras 24 horas y no siempre es fácil conseguirlo en un paciente en que la presión arterial varía muchísimo. Es una tesis muy de enfermería, que pone en valor la influencia que realmente tiene nuestra profesión en la evolución y en el pronóstico de los pacientes.

Hacía mucha falta visibilizar su tarea, no?
La enfermería es una profesión con mucho camino a recorrer en el ámbito de la investigación, no hay demasiadas publicaciones lideradas por enfermeras como primeras autoras. Se tiene que hacer un llamamiento a animar a las enfermeras a publicar, a liderar proyectos de investigación, a crear red nacional e internacional, porqué como más centros participen en proyectos de investigación, más potentes serán y mayor repercusión tendrán para la ciencia. Y tenemos que tener claro que al final cualquier intervención o decisión que se realiza en el hospital se tiene que probar, se tiene que cuestionar y se tiene que corroborar que aquello funciona. La única manera de corroborarlo, es haciendo investigación!

Le apasiona todo este tema.
Sí, me gusta la investigación clínica, aplicada sobre todo a la realidad asistencial, que nos permita mejorar circuitos, que nos permita optimizar la evolución de pacientes, los pronósticos y aportar un beneficio directo para los pacientes.

Noticias relacionadas

logo

Excelencia es futuro