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Dr. David Jou

Dr. David Jou: "La tecnología nos ayuda a entender de dónde venimos, las humanidades hacia dónde vamos"

3 de febrero de 2015

Bajo el título Esperanzas ante incertidumbres. Tecnología, Humanidades y Universidad en las crisis de hoy, el Dr. David Jou, poeta y catedrático de Física en la Universidad Autónoma de Barcelona, pronunció la conferencia del acto central de la Jornada de Santo Tomás de Aquino.

La Jornada tuvo lugar en la el Auditorio de la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte, y que fue presidida por el Dr. Salvador Pié-Ninot, presidente de Blanquerna-URL.

Durante su intervención, el Dr. Yugo analizó las fuentes de esperanza de que dispone la sociedad para hacer frente a las diversas crisis e incertidumbres actuales. Inició la ponencia exponiendo los diversos factores -políticos, sociales, ecológicos, económicos y morales que conforman un marco dramático para la sociedad de hoy en día: un momento de "retroceso en la igualdad económica y social y en la tolerancia política y religiosa ", marcado, entre otras cosas, por" la condición todavía crítica de la mujer, la degradación ambiental, la disminución de la calidad democrática, el desconcierto en las estructuras de enseñanza e investigación, el menosprecio de los derechos sociales, individuales y nacionales y el futuro incierto que plantea el gran avance tecnológico ". En definitiva, sintetizó Jou, "un momento en que las conquistas sociales que imaginábamos consolidadas han recibido un embate desproporcionadamente destructivo".

Ante este panorama, Jou proponía la tecnología, las humanidades y la universidad como fuentes de una esperanza que es "motor de la acción y el lujo espiritual". Sin embargo, el poeta y catedrático recordó que hay "mucha vocación de diálogo y de suma para construir estas esperanzas consistentes y concretarlas en objetivos reales", y añadió que, a su entender, la esperanza es una "construcción de la voluntad "y que nunca se puede reducir a" la pasividad de una simple explicativa ".

Las tres perspectivas de la incertidumbre

Jou abordó en su ponencia tres perspectivas esenciales de la incertidumbre actual: la social, la ambiental y la espiritual. La primera, explicó, está enmarcada por la voracidad de la economía especulativa de "grandes corporaciones que velan por los intereses propios y no por los democráticos", por la atonía del dinamismo político y por la indignación ciudadana. Para explicar qué esperanzas tiene la humanidad ante estas crisis sociales, el Dr. Jou se proponía alejarse de la visión habitual de tecnología como amenaza para extraer la faceta más esperanzadora. En este sentido, recordaba que, gracias al progreso tecnológico, logístico e informático han sido posibles grandes avances en el mundo de la salud, la riqueza y el conocimiento.

Aún así, el poeta advertía que no debemos cegar hacernos creyendo que las promesas tecnológicas son una esperanza suficiente: "Riqueza es más que tecnología. La tecnología aporta desarrollo económico, pero el factor humano todavía tiene un papel importante. "En este punto, el Dr. Yugo reivindicó el papel de las humanidades en un sistema universitario que ha apostado en exceso por el utilitarismo, y afirmó que las humanidades son una fuente de otro tipo de riqueza: la del saber expresarse, la de la sensibilidad hacia la belleza, el descubrimiento de dónde venimos y hacia dónde vamos, el hecho de conocer los límites propios para no buscar siempre el éxito o la razón. Y esta fuente de esperanza humanista, decía Jou, va irremediablemente ligada a las esperanzas en formación, crítica e investigación que propone la universidad: "En la enseñanza, trabajar las motivaciones es una fuente de riqueza, y la necesidad de adaptarse a novedades imprevisibles hace que una buena formación de la gente sea literalmente un tesoro para un país. "

En cuanto a la perspectiva ambiental de la incertidumbre, Jou hizo referencia, en primer lugar, a la gran cantidad de hábitats y especies biológicas que han ido desapareciendo de la mano del hombre, y apuntaba como crisis principales en este ámbito la fragilidad ecológica en un planeta vulnerable como es la Tierra, el estallido demográfico en un planeta finito y la vida en un planeta que hoy es humanamente injusto.

En este sentido, continuó Jou, la tecnología aporta una esperanza basada en la sostenibilidad y la alimentación, con el incremento del uso de energías renovables, con la reducción de la contaminación y del calentamiento global y posibilitando nuevas técnicas para la conservación de la comida. El humanismo complementa esta esperanza tecnológica, según el poeta, invitando a "no tener una relación de contemplación pasiva de la Tierra o de simple aprovechamiento para la supervivencia", y proponiendo, derivado de este hecho, una voluntad de habitarlas la y hacerla confortable, una reducción del consumo masivo y una actitud de denuncia de los problemas de injusticia que perpetúan situaciones dramáticas para la humanidad.

Finalmente, Jou trató la perspectiva espiritual de la incertidumbre, fruto de la crisis de las instituciones y "de la falta de consideración por preguntas centrales sobre el sentido de la vida, el límite de las acciones y el fundamento de la realidad: qué somos ? ¿Qué queremos? ¿Dónde vamos? ¿Qué podemos saber y esperar? ¿Qué sentido tiene la vida, el dolor, el desamor, la muerte? ". En este sentido, advirtió, "la tecnología desvía la atención, se desentiende de la justicia social y proporciona distracciones incesantes" que hacen difícil que la sociedad deje de pensar en el "cómo" y piense en el "sentido", en el "donde vamos" -que es pregunta sine qua non de la esperanza. "La ciencia y la tecnología nos han ayudado a entender de dónde venimos, pero las humanidades nos ayudan a entender hacia dónde vamos", sentenció.

Un futuro marcado por la esperanza

Por último, Jou hizo una reflexión sobre el futuro que, según él, deberá contar, en primer lugar, con una esperanza tecnológica eficaz e innovadora que, sin embargo, "frene el ritmo arrollador que impone y haga sólo promesas realistas"; y, en segundo lugar, con una esperanza humanista que sea crítica y liberadora; "que nos lleve a reflexionar críticamente y libremente sobre nuestros fines y prioridades; que examine el uso y las consecuencias de la tecnología; que signifique la construcción de uno mismo; que enseñe a saber expresarse, a considerar la libertad deseable , seleccionar los objetivos propios, a preguntarse por el bien y el mal ya afirmar que la belleza ayuda a vivir mejor ". Y es en este punto, concluyó Jou, en el que la universidad tiene el reto de potenciar en su enseñanza las humanidades, que han sido relegadas por un sistema educativo y una visión social demasiado utilitarista, y de contribuir a mirar la esperanza como en "implicación y voluntad", y la incertidumbre como "complejidad".

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