Kwark, de origen coreano pero de nacionalidad francesa, trabaja de consultora en materia de respeto a los Derechos Humanos con varias oenegés, y recientemente ha estado en Madagascar y Kenia, donde ha formado a líderes locales de distintas entidades.

Tiene un amplio conocimiento profesional de las agencias de cooperación al desarrollo europeas y es especialista en economía social.