Esta iniciativa reafirma el arte como herramienta de bienestar, salud mental y cohesión social, y se consolida como un espacio interdisciplinario donde se encuentran arte, educación y comunidad.

La jornada ha combinado espectáculos, talleres y actividades participativas que han invitado a la comunidad universitaria a explorar la creatividad como recurso para fortalecer vínculos y fomentar la cohesión social. Desde la música y la danza hasta el teatro y las artes plásticas, las propuestas han puesto el acento en la presencia, la escucha y la conexión entre las personas, y han mostrado cómo el arte puede ser una herramienta de cuidado, conciencia y transformación colectiva.

El día ha empezado con un espectáculo en el Auditorio que destacaba la fuerza de la risa y el humor como recurso para afrontar los retos de la vida y conectar con uno mismo y con los demás. A lo largo de la jornada, los participantes han tenido la oportunidad de crear, compartir y experimentar diferentes formas de expresión artística para vivir el arte como un lenguaje compartido para aprender, conectar y transformar.

Este año, como novedad especial, hemos contado con la presencia de la artista Anna Taratiel, que ha guiado la creación de un mural comunitario. En este espacio de trabajo compartido, los participantes han podido colaborar directamente con la artista en la realización de un mural en las paredes situadas junto a la pérgola, una obra colectiva que pasará a formar parte de nuestro paisaje comunitario y de la memoria visual de la Facultad.

La jornada ha finalizado con el espectáculo de clausura en el Auditorio, que ha cerrado un día lleno de creatividad, expresión y encuentro comunitario, y ha reafirmado el compromiso de la universidad con una educación centrada en la persona y la comunidad. FacultArt evidencia, una vez más, que el arte es mucho más que expresión individual: es un instrumento esencial para educar desde la sensibilidad, la creatividad y el cuidado.